Jugadores como Ben Roethlisberger, Le'Veon Bell y Antonio Brown son mencionados siempre en las listas de los mejores en su posición y eso hace a Pittsburgh un contendiente al Super Bowl cada temporada.
Sin embargo, una de las historias que no se mencionan al hablar del ataque de Pittsburgh mucho es el increíble trabajo de reconstrucción que hizo este equipo para construir una de las mejores líneas ofensivas en toda la liga que está ligada en gran parte al éxito del esquema de Todd Haley.
¿Qué pasaba antes en la línea ofensiva de los Steelers?
Al inicio de la era Mike Tomlin, en la Temporada 2006, una de las principales preocupaciones del equipo era la cantidad de golpes y sacks que recibía Ben Roethlisberger. A pesar del éxito de la franquicia y de que llegaron a dos Super Bowls (convirtiéndose en el primer y único equipo de la NFL con seis trofeos Vince Lombardi), de 2006 a 2011 los Steelers fueron uno de los equipos que más sacks permitió en toda la liga con 280 en 96 juegos de temporada regular.
En ese mismo periodo Big Ben sufrió un total de 261 sacks en 88 partidos, o un promedio de 2.96 por juego (sin duda uno de los quarterbacks más castigados en toda la NFL). Este número no toma en cuenta los múltiples golpes que no terminaron en derribo oficial.
Los Steelers enfatizaron la protección a su quarterback y desde 2012 a la temporada anterior (2016), son una de las franquicias que menos presión permite, reduciendo el número de sacks a Big Ben a tan sólo 142 en 71 partidos, es decir, dos por juego (una mejora del 33.3%).
La temporada anterior Pro Football Focus catalogó a la línea ofensiva de los Steelers como una de las mejores en protección de pase.
¿Cómo se logró eso?
Con un gran trabajo tanto en el Draft como en encontrar talento de novatos agentes libres no reclutados. La línea ofensiva de los Steelers es una de las más constantes en toda la liga y tiene talento de Pro Bowl en todos los niveles. El proyecto de reconstrucción comenzó en el Draft 2010, en donde seleccionaron a Maurkice Pouncey con el pick 18. Los resultados fueron espectaculares ya que obtuvieron al ancla de la línea ofensiva y un profesional que tiene 5 Pro Bowls y ha sido dos veces All-Pro.
Un año antes llegó Ramon Foster como novato agente libre y tuvo cuatro juegos como titular en esa temporada. Él es una de las piezas clave de esta ofensiva ya que su versatilidad para jugar como guard tanto izquierdo como derecho ayudó a que este equipo tuviera opciones de rotación en caso de lesiones. Desde 2011 tiene 89 partidos.
En 2011 los Steelers encontraron a su tackle derecho: Marcus Gilbert, una selección de segunda ronda que sin hacer mucho ruido tiene 75 juegos como titular y se ha encargado de mejorar la protección a Big Ben.
En 2012 Pittsburgh logró uno de los mayores robos del Draft: el guard David DeCastro de Stanford. Considerado como muchos como uno de los mejores prospectos en su posición en años, los Steelers tuvieron la fortuna de recibir a DeCastro con el pick 24, cuando se esperaba que se fuera dentro de los primeros 15. DeCastro, quien sufrió una lesión en su temporada de novato, pero desde entonces tiene 67 partidos como titular, ha ido a dos Pro Bowl y también ha sido seleccionado All-Pro.
La posición de tackle izquierdo la ocupa desde hace un par de temporadas Alejandro Villanueva, quien llegó a la NFL como agente libre novato en 2015 y logró ganarse la titularidad con los Steelers en esa misma temporada.
En cada pase de Big Ben a Antonio Brown o cada acarreo de Le'Veon Bell que es un éxito domingo a domingo refuerza el valor de esta línea ofensiva para los Steelers. Su creación y desarrollo es uno de los grandes méritos que el front office de Pittsburgh ha logrado en los últimos seis años.
*Sobre el autor: Ulises Harada Carranza es fundador de Primero y Diez (www.primeroydiez.com.mx)/). Tiene una trayectoria de 9 años escribiendo sobre NFL y cobertura en múltiples Super Bowls y eventos de la liga. Puedes seguirlo en Twitter en @ulisesharada *